lunes, 16 de abril de 2012

Por el oro negro argentino.


Era sólo hace algunos días atrás cuando empezaban a publicarse las primeras notificaciones en forma de rumor sobre las intenciones del gobierno argentino de Cristina Fernández de nacionalizar YPF, compañía importante para el petroleo argentino, me pareció una noticia bastante interesante ya que eran días antes y durante de la  Cumbre de las Américas y Argentina ya había estado en los medios durante algunos días por el tema tan controvertido de la soberanía de Las Malvinas.

Pasando algunos días los datos sobre las relaciones entre YPF y el mayor inversionista, la compañía española Repsol, empezaron a salir a la luz. La reacción del gobierno español fue inusual pero tampoco extraña, el contexto de crisis en España recreó una escena que ya ha sido vista aplicada en otros eventos a lo largo de los años, en medio de una crisis surge un factor distractor que despierta el nacionalismo, en muchos de los casos: una guerra o conflicto de relaciones diplomáticas con otras naciones, seguramente lo que el gobierno español necesitaba era una movida de atenciones pues el aumento del costo del transporte así como el auge del desempleo era cosa diaria en reclamos por parte de la población, la más afectada desde luego.

Fue el día 16 de abril, que CFK anunció la expropiación de 51% de YPF, si se hizo mal o no nadie lo podrá determinar ahora, que han pasado horas del anuncio, tampoco se puede comparar con otros países que han expropiado su petroleo (tal es el caso de México) porque los contextos económicos, políticos y sociales son muy diferentes, lo cierto es que se ha desatado una crisis diplomática entre España y Argentina, y se ha desatado gracias a la intervención del gobierno español en los asuntos de una empresa que aunque es española no es pública ni representa los intereses del pueblo sino que la mayor parte de sus inversionistas vienen del extranjero, donde cabe mencionar que según Felipe Calderón, México es propietario del 10% de las inversiones en Repsol, mención hecha por el ejecutivo para mostrar la desaprobación a la expropiación argentina.

Ante la crisis diplomática de España y Argentina, México es buscado como mediador o como aliado de España ya que este año nuestro país es presidente del G20, Calderón ya manifestó su posición, reprobó la acción del gobierno de Fernández pero antes de todo la llamo "amiga", lo que hasta ahora no parece poner a favor directo de uno o de otro, claramente es más probable que esté de lado español, sus convicciones hacen que esté más cerca del gobierno de Rajoy y la derecha española, después de todo el PP y el PAN no tienen una gran diferencia.

España aún no define las sanciones a Argentina, pero lo que si es seguro es que, cualquier cosa que vaya a pasar va para largo, en un siglo no se está dividido en bloques de temperaturas.